¿Cuál es la preocupación de los científicos?

Los resultados de las investigaciones
recientes están cambiando nuestras apreciaciones primeras sobre la naturaleza y
los impactos en los ecosistemas oceánicos. Posteriormente, en la última década,
se ha apreciado mejor la importancia de la temporalidad experimental, de la
condición fisiológica y de las interacciones con otros factores, proporcionando
una mejor comprensión y, por lo tanto, mejorando nuestra habilidad de previsión
en “condiciones reales”. El aumento de las publicaciones sobre acidificación
oceánica (y el número de países e investigadores involucrados) ha sido
particularmente importante desde el 2008.
Aunque es difícil pronosticar con precisión
las consecuencias de la acidificación del océano debido a las incógnitas sobre
el comportamiento humano y las respuestas de los ecosistemas oceánicos, podemos
aprender del pasado cuáles serán los resultados más probables.
Las comunidades de organismos que se
encuentran en las emanaciones de aguas volcánicas frías y ricas en CO2, con un
pH inferior y similar al previsto para las próximas décadas, muestran que
ciertas especies de micro algas, algas y praderas marinas pueden crecer muy
bien en tales áreas, pero en comparación con otras zonas similares, no sujetas
a niveles de pH bajos, la biodiversidad global es más reducida y la corrosión
de las estructuras calcáreas de algunos organismos marinos es evidente. Los
animales y plantas más propensos a ser afectados primero son aquellos que
tienen conchas o esqueletos a base de carbonato de calcio. Los organismos
pueden responder a cambios perjudiciales en su entorno de cuatro modos: pueden
migrar, adaptarse, evolucionar o morir. La pregunta clave no es si la vida
oceánica en su totalidad puede migrar, adaptarse y/o evolucionar en respuesta a
la acidificación de los océanos, sino cuál será su capacidad para responder con
suficiente rapidez a la acidificación “rápida”, y hacerlo de tal manera que las
“nuevas” comunidades que aparezcan proporcionen los mismos bienes y servicios
esenciales que utilizamos y que nos ayudan. Incluso el proceso de migración
podría ser difícil para algunas especies, especialmente para especies
sedentarias. Sin embargo, las larvas son conocidas por ser particularmente
sensibles a la acidificación oceánica y esta capacidad podría no ser posible.
Es la primera vez, desde que los humanos
están presentes en la Tierra, que hemos alterado tan drásticamente la química
fundamental de una parte tan grande del ecosistema global. Estamos, en efecto, en
el proceso de llevar a cabo un experimento a escala planetaria que nos lleva a
territorios inexplorados y que requerirán un esfuerzo y una determinación
inmensos para que pueda revertirse.
https://portals.iucn.org/library/sites/library/files/documents/Rep-2017-012-Es.pdf
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